Identificamos ocho de los errores gramaticales más comunes del idioma español. ¡Prestá atención!
Pese a que escribir correctamente siempre fue una habilidad que debía desarrollar todo aquel que aspire a ser un gran profesional, cada vez es más frecuente leer textos plagados de errores ortográficos y/o gramaticales en los correos o artículos en Internet. Sin hablar de los que se ven a diario en chats -con los cuales el lector suele ser un poco más piadoso-, correos electrónicos, trabajos para la Universidad y hasta carteles de publicidad contienen a veces errores gramaticales.
Por suerte, un poco de atención es suficiente para superar estos fallos. El resultado no solo redundará en una mejor comunicación con el entorno, sino que también nos ayudará a poner en orden nuestros pensamientos.
A continuación, los errores gramaticales más comunes (y cómo resolverlos):
1. La coma entre el sujeto y el predicado
Sin importar el tipo de documento que estemos redactando, nunca hemos de poner una coma entre el sujeto y el predicado de una oración. Este error tiende a marcar, en algunos casos, una pausa hablada, pero es necesario recordar que los signos de puntuación no se corresponden con las pausas que tienen lugar en el discurso oral.
La frase: “Todos los niños, jugarán al fútbol durante el recreo”, refleja un error frecuente que hay que eludir.
2. Queísmo
Así como el dequeísmo consiste en añadir la preposición de cuando no ha de estar (*Me contó de que se iba a Córdoba) el queísmo consiste en lo contrario, en omitirla. Es común que cometamos este error en el siguiente caso: “Me alegro que te hayan dado la plaza”.
Para evitarlo, es necesario prestar atención al verbo principal de la oración, ya que muchos exigen un complemento encabezado por la preposición de: alegrarse de, acordarse de, olvidarse de…
3. Determinantes de palabras que empiezan por A tónica
Como se sabe o se intuye, el artículo femenino la toma la forma el cuando se antepone a sustantivos femeninos que comienzan por la vocal a tónica. Decimos, entonces, el águila, el aula o el hacha, según ejemplos de la RAE, y no *la águila, *la aula o *la hacha.
Pese a eso, el resto de los determinantes de estos sustantivos no variarán su género. Así, aunque se dice el aula, debemos decir esta aula, esa aula, aquella aula. Emplear *este aula, sería incorrecto.
4. Detrás de mí/ *Detrás mío
El empleo de adverbios seguidos de adjetivos posesivos (detrás mío, cerca suyo) es muy frecuente en el empleo del castellano y, sin embargo, debe evitarse. No debemos decir *detrás mío o *encima suya, sino detrás de mí y encima de él.
Como indica la RAE, «el origen de este error está en equiparar el complemento preposicional introducido por la preposición de (detrás de María) con los complementos de posesión, de estructura formalmente idéntica (la casa de María)».
5. De por sí
El caso del pronombre sí, es complejo. Sin embargo, es importante recordar que esta locución debe variar según la persona gramatical a la que se refiera, como reflejan los ejemplos del diccionario DPD:
«Ella es estirada de por sí»
«Tengo la piel morena de por mí»
No obstante, como indica la RAE «lo normal es usarla solo en tercera persona y utilizar, en el resto de los casos, la expresión equivalente por naturaleza».
6. “En base a” y “a nivel de”
Es muy común ver esta locución. El problema es que tal y como está en el ejemplo es incorrecta. En su lugar deberíamos decir “sobre la base de” o “a base de (componente principal de algo)”.
En cuanto a la expresión “a nivel de”, que también es incorrecta, deberíamos decir “en el nivel de”. Esta locución “a nivel de” solo es válida siempre que “nivel” conserve de algún modo la noción de “altura”; es decir, para referirnos a la altura de algo. Por ejemplo: “Se encontraban de nuevo al nivel de la calle”
7. Habían muchas personas
Cuando las oraciones son impersonales, es decir, cuando carecen de sujeto, pueden construirse utilizando los verbos haber y hacer. Es muy común observar errores de concordancia entre el verbo y el complemento, como en el ejemplo “habían muchas personas”. Lo correcto sería decir “había muchas personas”.
8. Dijistes / Vinistes
Un pretérito indefinido simple, también conocido como pretérito perfecto simple, es un tiempo verbal que indica una acción anterior. Según explica el Centro Virtual Cervantes, por su similitud con otros tiempos verbales donde a la segunda persona se le agrega una “s” (dices), se agrega por error una “s” a dijiste o a viniste.
Fuente: Universia