El emprendimiento dentro de las empresas puede ser complejo, pero no por ello imposible
- El emprendedor que inicia un negocio propio no es el único tipo de emprendedor que existe.
- Trabajadores que busquen destacar dentro de sus empresas y aportar un valor añadido a estas pueden optar por el intraemprendimiento.
- El camino hacia el emprendimiento interno dependerá en gran medida delo que permita la empresa para la que se trabaja.
Cuando se piensa en un emprendedor, habitualmente se piensa en una persona que comienza un negocio propio y se convierte en trabajador independiente. Como tal, asume riesgos y desafíos para seguir sus sueños.
Pero lo cierto es que emprender implica innovar, hacer el propio camino y desafiar lo preestablecido para obtener ideas, acciones y productos creativos. Por eso, no existe una única forma de emprender.
Desde hacer algunos años, como respuesta a los cambios constantes que demandan las empresas, ha surgido una nueva forma de emprendimiento: el que sucede de forma interna a las organizaciones. Este se denomina como intraemprendimiento, y quien lo realiza es un intraemprendedor o intrapreneur.
¿Qué es un intrapreneur?
Una persona que detecta en su lugar de trabajo algo que puede cambiarse, un proceso en el que innovar o un producto que crear. Es decir, que emprende una acción dentro de una empresa.
Para la compañía este es un generador de valor, pues permite ahorrar tiempo y recursos, e incluso generar más rentabilidad para la misma.
¿Cómo ser un intrapreneur?
Esta actividad se ha vuelto cada vez más popular, por lo que el número de profesionales que deciden convertirse en emprendedores internos se incrementa. Para lograrlo, es necesario cumplir con una serie de etapas.
¿Te interesa emprender en la empresa en la que trabajás? Estos 7 consejos te indicarán cómo hacerlo:
1) Hacé una investigación, para comprobar qué actividades cuestan más dinero a la empresa, qué tareas demandan más tiempo, qué sector resulta menos productivo.
2) Identificá el problema, intentando comprender cada uno de sus aspectos e involucrándote a fondo con él.
3) Pensá soluciones diferentes, que te ayuden a optimizar lo que notaste incorrecto o poco productivo.
4) Creá una propuesta concreta, una idea que puedas presentar a un superior, e incluso un plan de negocios si es necesario.
5) Hacé estimaciones de tiempo y dinero, para poder presentar cifras que den a tu idea mayor claridad.
6) Concretá una reunión con tu superior para charlar el tema, y proponerle iniciar con tu solución. Es importante que consigas el apoyo de la empresa antes de iniciar cualquier acción.
7) Hacé que tu trabajo hable. Si cumplís con tus tareas, será más fácil obtener el apoyo que buscás.
Además, es importante que la idea que propongas sea creativa y realmente solucione el problema, pero sin generar mayores gastos o desafíos para la empresa.
Tener una idea para mejorar la empresa no necesariamente requiere aplicarla, incluso puede que esta no dependa de vos para su ejecución y que simplemente sirva a otra parte de la empresa que no corresponde a tu área de trabajo. Lo importante es lograr una idea positiva para la compañía, que permita emprender el camino hacia la eficiencia y productividad.
Fuente: Universia